Ha abierto para mi, sin yo pedirlo, el feroz caudal de los sueños que le ayudan a ser. Ya creía que me llevaba cómodamente un poco de todo y de nada bien puestecito en los brazos. Yo ya me iba, y en un descuido me encontré con su manera. Como un manifiesto renovado del tráfico de aprendizaje, de la conciencia despierta, contagiosa, de la frescura y del abrazo. Como un dardo y un beso clavado en todas las puertas que quizá se atreven a abrirse cuando pasamos junto a ellas.
Me llevo, abrazo, filtro, devuelvo si puedo a la vida otra vez lo que me pide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario